Manuela Pizarro Omeñaca, conocida artísticamente como Manuela PO, ha forjado su carrera en el arte chileno a través de una profunda exploración de la relación entre la humanidad y la naturaleza. Su enfoque multidisciplinario, que abarca desde el dibujo y la pintura hasta la cerámica, refleja una búsqueda constante por comprender y representar los cursos vitales que nos rodean.

“Mi proceso creativo es muy cíclico; parte desde la observación y reflexión, y luego se traslada al cuerpo, mediante la recolección, caminatas, escritura, y dibujo”, explica Manuela Po.

“A veces, el mismo proceso se convierte en la obra”.

Esta metodología, profundamente enraizada en la observación de los ciclos naturales y la sabiduría ancestral, ha sido una constante a lo largo de su oficio, reflejándose en cada una de sus creaciones.

Inspirada por artistas como Cecilia Vicuña, Judy Chicago, Hilma af Klint y Luchita Hurtado, Manuela PO ha logrado fusionar influencias del arte contemporáneo con un enfoque naturalista que la distingue en el panorama artístico del Valle de Aconcagua. Su trabajo también busca transmitir un mensaje de conciencia sobre la vida y nuestro lugar en el universo. Durante su carrera, Manuela PO cofundó el colectivo artístico SIUMA, una plataforma que le permitió colaborar con otras artistas y asimismo ampliar su impacto en la comunidad.

La carrera de Manuela PO ha estado marcada por dos puntos de inflexión claves. El primero ocurrió hace 5 años cuando fue invitada a participar en Fiesta Ilegal, un movimiento que la sumergió en el folclore chileno y la antropología, áreas que desde entonces han sido fundamentales en su obra.

“Ese fue un verdadero quiebre en mi vida, porque nunca más dejé de incluir estos nuevos conocimientos”

El segundo punto de inflexión fue su experiencia de maternidad, que ha influido profundamente en su práctica artística, llevándola a explorar temas relacionados con la vida y la responsabilidad que conlleva.

“La maternidad me mostró una puerta de reflejo absoluto con la vida”

 “Es como si abarcara todo el conocimiento anterior, porque la maternidad es una responsabilidad muy grande y eso significa que le he tomado mucho el peso a aquello en lo que he venido trabajando y viviendo”.

Aunque ha encontrado desafíos al alejarse de la escena artística de Santiago para vivir en Los Andes, Manuela PO ha logrado transformar su entorno en una fuente de inspiración, integrando las vivencias y paisajes de la región en su obra. Este cambio le ha permitido profundizar en su exploración artística, enfocándose en su relación de cómo vivir en armonía con el planeta.